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viernes, 9 de agosto de 2013

FRONTERAS 3 - SAMAEL AUN WEOR Y ÁUREO FLORECER

Cuando uno se pasea por la casa se da cuenta de que algo misterioso se cierne sobre ella. Porque a cada paso hay algo que recuerda el ambiente neo-gnóstico. No creo poder resumir aquí lo que significa eso, pero lo que sí es cierto es que no me es ajeno, pues durante mucho tiempo me sumergí en los estudios de los misticismos que surgen tras la caída del imperio romano, incluido el cristianismo, para analizar sus delicadas imbricaciones en el arte. No en vano la Gnosis original es un sincretismo complicadísimo entre creencias paleocristianas, judías, helenísticas, etc. Nada que ver, a mi modesto entender, con los movimientos neo-gnósticos del siglo XX, que hacen sincretismo del sincretismo y rozan la delgada línea que separa las creencias espirituales o el estudio profundo del conocimiento con el sectarismo y los movimientos sociales, a veces del tipo New-Age, que nos quieren hacer creer que se avecina un mundo mejor hagamos lo que hagamos, y que este está reservado únicamente para los que paguen la cuota de la asociación de turno. Vamos, lo que es una iglesia desde el principio de la institucionalización de la espiritualidad. Estos movimientos parecen gozar de un enorme resentimiento por no haber podido erigirse en opciones mayoritarias, y si resulta perturbador que una gran institución manifieste estar en posesión de la única verdad universal, no digamos grupúsculos que no pasan de la categoría de clubes de amigos. Puede que suene un poco duro, y no es mi intención desbaratar el mundo espiritual de nadie,pero... ¿cuántos seguidores de estos movimientos han bebido en las fuentes originales? Como casi todas las iglesias, han relegado los principios primordiales a los cajones del trastero, dando como única versión verdadera las interpretaciones de sus popes o fundadores, a menudo sesgando las creencias originales y convirtiéndolas en una especie de libros de autoayuda o recetas místicas.

El Maestro Samael, a este respecto, me resulta muy cercano por motivos familiares, y para cualquiera que quiera acercarse a su pensamiento tiene uno de sus numerosos libros titulado Introducción a la Gnosis (Ediciones Gnósticas, Colección Elohim, Barcelona, 2002). Leyéndolo aunque sólo sea por encima, cualquiera que tenga una mínima cultura en estos temas se da cuenta de que el planteamiento de este Maestro se acerca mucho a las tesis neo-rosacrucianas,... Que ya son rizar el rizo, pues cuando se percibe la posible existencia de un movimiento Rosacruz en el siglo XVII con la publicación de la Fama Fraternitatis, ningún miembro de la supuesta orden hubiera jamás reconocido formar parte de la misma, tal era su carácter secreto... ¿Cómo es posible entonces que hoy existan grupos que se autodenominen Rosacruces? De hecho era sabido que, si alguien se autodemominaba Rosacruz en los siglos XVII y XVIII, era seguro que no lo era. Son opciones excluyentes. Samael Aun Weor (es decir, Víctor Manuel Gómez) incluso comete la osadía de subtitular el libro antes citado como Ocultismo elemental para Neófitos...Si se desvela el Ocultismo, ya no es oculto. Habría mucho que decir de Péladan, Crowley o Blavatsky, pero al menos tenían más glamour...


La conjuración de los 4 del Sabio Salomón se basa en unos cuantos mantras que se supone hacen referencia a los cuatro elementos y a su dominio tanto interno como externo, con el fin de aunarlos y conectarlos con la Kundalini. Vemos evidentemente un sincretismo entre las creencias tibetanas, judeo-cristianas y gnósticas originales, con una reinterpretaciñón de las emanaciones del neoplatonismo de los primeros tiempos del cristianismo. 


Algunas anotaciones que me encontré por ahí tiradas


Ningún neo-gnóstico puede serlo realmente sin repartir por todos los espacios vitales (hasta el coche) el Pentagrama Místico, que según el Maestro Samael es la representación visible del Verbo Universal de la Vida. Es por eso que nos lo encontramos por todas partes. Suele usarse como símbolo de protección sobre todo en los umbrales de las puertas y en los espejos, pues como es sabido para muchas creencias místicas los espejos son, además de emisarios de la falsedad, puertas a otros planos que a menudo no resultan nada agradables. En última instancia se reconoce en este problema con los espejos la huida de lo material o lo físico, aunque Samael le da a todo un sentido mucho más práctico: el espejo es necesario porque hay que afeitarse (por ejemplo), pero hay que protegerlo, y para ello utilizamos el símbolo universal de protección que representa la Primera Emanación, el Verbo, es decir, el Pentagrama.







En una de las anotaciones me ha sorprendido encontrarme el Mantra enseñado supuestamente por el Ángel Aroch al Maestro Samael Aun Weor: Belilín, Belilín, Belilín, Ánfora de Salvación, Quisiera estar junto a tí, El materialismo no tiene fuerza junto a mí. Belilín, Belilín, Belilín...

Y seguidamente, el mantra KLIN-KRISHNAYA-GOVINDAYA... que dibuja el Pentagrama Flamígero en el plano astral, por lo9 que es una invocación bastante terrible, al crear una representación del Verbo, de la primera emanación, en el Plano Astral.


A todo esto, encontré también en un armario una colección completa del Áureo Florecer, que es la publicación oficial del Instituto Gnóstico de Antropología, básicamente la iglesia base del movimiento creada por Samael y su esposa mística, la Maestra Litelantes.



Estos encuentros con lo extraño no carecen de encanto, y a pesar de mi sentimiento crítico he sentido un enorme placer por encontrarme en un ámbito fuera de lo cotidiano. Que también me sirve para refrescar algunos conocimientos.

Traspasada una nueva frontera. Imaginárosla en la noche cerrada de la soledad de A Farixa.

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